Por | Silvio E. Avendaño C.
¿Qué hacer, entonces, con los miles de hombres que viven en condiciones de pobreza? ¿Cómo superar esta situación? Con pañitos de agua tibia; en otras palabras, aumentándoles el auxilio en unos cuantos pesos. Y viene la justificación con el relato: “No hay que olvidar que el Estado está quebrado”. Salida en falso igual que la ronda del puente quebrado y ¿con qué lo curaremos?
No hay salida cuando se aduce que el Estado se encuentra en una situación que no da más. Con tal evasiva se trata de ocultar que el reconocimiento del amo hacia el esclavo es tratarlo con bondad, evitando así que el que sufre tome conciencia del horror mismo en que se encuentra. Y en el caso de la servidumbre se recurre a que todos los hombres somos iguales ante la divinidad. Para llevar el sufrimiento se predica la resignación, dado que el destino está trazado y del cual no hay salida. No en vano la canción: “Sufrir me tocó a mí en esta vida/ llorar es mi destino hasta el morir/ No importa que la gente me critique/ si así lo quiere Dios/ si así lo quiere Dios/ yo tengo que cumplir/”. En el sometimiento el señor ve al otro como siervo y éste lo acepta como amo. Y se levanta la voz protesta de: ¿Por qué la divinidad es canalla para sacrificar mi vida, para trazar mi desgracia? Alguien con sentido rebelde que no acepta la paciencia del santo Job, dice: “Pero si yo no le hice nada para que me joda.”
Y la cáscara de huevo, en el caso del amo y el esclavo, es la bondad de mi amito. En la servidumbre; dicho de otro modo, en la relación entre el señor y el siervo, es la resignación. Y en la sociedad de los derechos humanos es la división entre el hombre y el ciudadano. Y como ciudadanos se dice: “Todos somos iguales y tenemos los mismos derechos.” Con la cédula se participa en las elecciones… Más el hombre no participa de la igualdad. Y bien se puede ver que ante el hecho de que el puente está quebrado se recurre a las cáscaras de huevo.
Oscar Wilde en El alma del hombre bajo el socialismo planteó: “Pero ésta no es una solución; es agravar la dificultad. El objetivo adecuado es tratar de reconstruir la sociedad sobre base tal que la pobreza resulte imposible.”
