Publicidad

Conociendo la nieve en Boyacá

Boyacá es un mágico paisaje por su variedad de climas, su arquitectura que narra por sí misma la historia colonial y prehispánica, y su biodiversidad, otorgan al departamento un gran potencial turístico.

Entre los lugares que se pueden apreciar en el departamento se encuentra en la parte más alta de la corrillera la Sierra Nevada del Cocuy, Güicán y Chita, un monumento hecho de nieve, casa del cóndor, de historias y de un paisaje único de frailejones y lagunas, con 22 picos nevados sobre los más de 5.330 m.s.n.m. y 306 mil hectáreas que conforman el Parque Nacional Natural El Cocuy, que abarca los municipios de Chita, El Cocuy, Güicán, El Espino, Chiscas y Cubará en Boyacá, Sácama en Casanare, y, Tame y Fortul en Arauca; siendo la masa glaciar más grande ubicada al norte de la línea ecuatorial en Suramérica.

Camino a la Sierra

La salida desde Tunja, capital de Boyacá, hasta Güicán puede durar al menos siete horas. Lo aconsejable es detenerse en todos los municipios que se encuentran en la ruta y así conocer más de los valles boyacenses, su cultura y su gente.

Detenerse en Soatá y tener la oportunidad de conocer las montañas de la cuenca media del río Chicamocha además de degustar su gastronomía exquisita que le ha dado el reconocimiento como ‘la capital datilera de Colombia’ por su variedad en dulces a base del dátil, un producto exótico y casi desconocido en el país del cual se elaboran dulces y aunque su producción actualmente ha disminuido debido a la aparición de la plaga del cucarrón picudo que afecta la planta, ya se están implementado acciones que permitan mitigar los daños y seguir fortaleciendo a la región como destino de turismo gastronómico.

El dátil es un producto exótico y casi desconocido en el país, se da en las zonas del norte de Boyacá y hace de Soatá la capital datilera de Colombia. La capital de la provincia Norte alberga los dulces más famosos producidos a partir del dátil, un fruto de palma de gran valor nutricional y cuya elaboración es única en

Pasar por Boavita y La Uvita, pueblos hermanos que en la época hispánica decidieron separarse del que era el corregimiento de Boavita por diferencias entre españoles y nativos. En La Uvita puede maravillarse con ‘el parque más lindo de Boyacá’ una alegoría a un baile, con arcos de bienvenida, arbustos en forma de copas y laberintos que lo invitan a danzar.

El parque principal de La Uvita es un gran atractivo turístico de la región. Foto | EL DIARIO

Cabe resaltar que estas poblaciones por estar retiradas de la capital y haber sido azotadas por el conflicto armado han tenido que ingeniárselas para sobresalir, pues sus campos se han visto abandonados por efectos del desplazamiento de sus campesinos en busca de mejores oportunidades. Por eso se llevan a cabo actividades de turismo regional comunitario o convites provinciales con apoyo de la Gobernación y Alcaldías, asesorados por la Uptc y el Sena que buscan organizar toda la información de hoteles y servicios y así crear planes turísticos que permitan proyectar las cualidades de estas regiones, atrayendo al turista con actividades de turismo rural, senderismos y recorridos en los cascos urbanos.

La Uvita realiza actividades por medio del Consejo de Turismo para potencializar el valor turístico de la región. Boyacá es un departamento rico por donde se le mire, sus grandes valles adornados de cultivos, su variedad de climas, arquitectura e historia hacen del departamento una verdadera joya turística y un gran lugar para viajar y conocer. Para poder tener mejor…

Hasta llegar a Güicán de la Sierra, allí la cultura gira en torno al nevado, como es evidente en el parque temático de flora y fauna de la región instaurado frente a su iglesia, esculturas que recrean la biodiversidad de la sierra; el porte del cóndor de los andes sobre el Ritacuba Blanco, el oso de anteojos y los lagartos collarejos son parte de la exposición al aire libre que ofrece Güicán.

La biodiversidad del nevado es protagonista en el parque principal de Güicán. Foto | EL DIARIO

Ascenso al nevado

La partida inicia muy temprano desde Güicán hasta la hacienda La Esperanza, de allí empieza la caminata que dura aproximadamente cinco horas para alcanzar la nieve y poder contemplar las maravillas del Parque Nacional Natural El Cocuy que ha vuelto abrir sus puertas, pero limitando el contacto con la nieve, el uso de caballos y la instalación de campamentos en las zonas cerca de los picos y lagunas, esto debido a las denuncias presentadas por la comunidad U’wa quienes consideran las montañas del Zizuma (Cocuy) sagradas y ven con malos ojos el turismo masivo que afecta la estabilidad de los ecosistemas del nevado

La Laguna Grande de la Sierra es una de las más bonita de Surámerica y alrededor de ella se encuentra los picos del Cóncavo y el Concavito, el Pan de Azúcar y el Pulpito del Diablo. Foto | EL DIARIO

Existen actualmente siete rutas autorizadas para recorrer la sierra, los trayectos deben realizarse en compañía de guías locales quienes recomiendan buena hidratación al igual que el consumo de dulces y alimentos ricos en calorías (aquí puede ser muy útil los dátiles de Soatá) para poder culminar el ascenso.

La Ruta de la Laguna Grande: su dificultad en ascenso es media, empezando desde los 3.602 m.s.n.m. hasta alcanzar el Pico Cóncavo a 5.200 ms.n.m. Durante el recorrido se puede conocer el valle de los Frailejones, la cueva La Cuchumba, cueva del Hombre, la laguna Grande de la Sierra y desde allí se puede contemplar todo el paisaje de los picos El Cóncavo y Concavito, el Pan de Azúcar y la roca gigante del Púlpito del Diablo.

El pico Cóncavo está a 5.200 m.s.n.m. cubierto por capas de hasta cuatro metros de espesor. Foto | EL DIARIO

El acceso al pico El Cóncavo es relativamente fácil, se puede llegar por caminos trazados por las grandes formaciones rocosas que décadas atrás estaban cubiertas de nieve y que hoy evidencian la pérdida de la capa de hielo en los glaciares de Colombia el cual varía en un 3 y 5% anualmente, aun así, es inevitable no tentarse a tocar la espesa nieve que cubre la base del pico y que alcanza el metro de altura, la imponencia del paisaje y las huellas de la nieve que está en continuo movimiento son razones suficientes para lograr preservar estos escenarios y preocuparnos por las devastadoras consecuencias del cambio climático.

Regreso a las provincias de Norte y Gutiérrez

El Cocuy tiene una maqueta a escala de la Sierra Nevada donde se resaltan todas las características tipográficas e hidrográficas de la zona. Foto | EL DIARIO

Al descender de la experiencia única que proporciona la visita al Nevado, se continúa el trayecto por El Cocuy, municipio de la provincia de Gutiérrez característico por sus calles pintadas de verde por decreto como una ofrenda de paz en los tiempos de guerra entre conservadores y liberales; los cocuyanos hacen un llamado que se repliega por toda la provincia, el de ser vistos como atractivos turísticos y no solo estaderos de paso para quienes visitan el nevado, por eso adecuan sus hostales, ofrecen visitas guiadas a miradores que dan la oportunidad de hacer avistamiento de aves y venados. En el centro del municipio se encuentra el Museo vivo de la Ruta de la Sal, un lugar dedicado a relatar la experiencia de los ancestros en las salinas, lleno de cultura e historia que permite conocer más las tradiciones de la región.

El municipio de las calles verdes de esperanza busca ser reconocido por su patrimonio histórico y potencial turístico. El Cocuy es un paso obligado para aquellos que desean conocer la Sierra Nevada de Güicán, El Cocuy y Chita; por tal motivo, los municipios de la provincia de Gutiérrez extienden la invitación a turistas para que aprovechen su estadía y disfruten…

Las artesanías en fique y cabuya son una tradición generacional de Guacamayas. Foto | EL DIARIO

Llegar a estas provincias es también conocer a quienes habitan allí y dedican gran parte de su tiempo para dar a conocer todas las bondades del territorio, las artesanas de Guacamayas quienes con sus manos han logrado forjar la cestería en rollo, la primera artesanía con denominación de origen de Colombia, tejiendo la cabuya y el fique en cestos y alpargatas; los besitos panquebanos, dulces de miel que sientan las bases económicas de Panqueba y las virtudes de la miel en San Mateo, donde la amabilidad de su gente se extiende por todo el municipio además de la variedad de climas, haciendo de estos lugares icónicos para el departamento y que definitivamente se deben conocer no solo con la excusa de ir de pasada a ver la nieve en Boyacá.

Investigación
Kevin Espitia | EL DIARIO

Realizador audiovisual
Kevin Espitia

Diseño multimedia
Julio Medrano