Esto fue lo que sucedió en la reciente visita del ministro de agricultura, Aurelio Iragorri, al Occidente del departamento donde a falta de propuestas integrales y regionales por parte de los alcaldes de la zona, lo que hizo el Ministro, que es obvio, fue hacer “demasiadas promesas” tal como lo resumió a este medio el dirigente cacaotero Juan Urbano.
Los alcaldes de la región ‘se olvidaron’ de elaborar una propuesta común para el Ministro y más bien hicieron una ‘lista de mercado’ a su manera y para cada uno, por lo que la respuesta de Iragorri fue consecuente: ante las peticiones individuales de los alcaldes para que desde esa cartera brindara apoyo a sus proyectos particulares, el funcionario les recordó otra vez que cualquier proyecto que financie la nación solo será posible si su impacto es regional, toda vez que se considera que apoyar proyectos muy locales, atomizan el presupuesto, fuera de que estos deben ser del resorte de las alcaldías respectivas.
Desde luego que el asunto no es nuevo, ni era desconocido por los alcaldes de la región que hace un año, recién posesionados, en una reunión inicial, donde se intentó crear algún tipo de asociación de municipios del Occidente, alcaldes como el de Pauna, advertía que la orientación de las políticas nacionales estaba encaminada al apoyo de iniciativas con impacto en varios municipios de una región y que por eso tenían que unirse para identificar dichos proyectos, estructurarlos debidamente y presentarlos al gobierno para lograr su apoyo.
Por eso resulta curioso que en el encuentro de Otanche entre los alcaldes y el Ministro, el asunto no haya sido la presentación de uno o varios proyectos que involucraran toda la región, que para el caso del Occidente del Departamento deberían ser sobre la agricultura y la transformación de esta producción, y que requieren del apoyo del gobierno central, desde ministerios como el de agricultura, para sacarlos adelante.
Es evidente que los productores locales tratan de responder con una nueva organización de la producción tal como sucede con el cacao y algunas frutas características de la zona, pero que a la hora de consolidar las cadenas de valor ha resultado muy difícil lograr nuevos procesos que consoliden el éxito de la producción, la transformación y la comercialización, para lo cual es indispensable el apoyo estatal, pero que se dificulta conseguirlo ante la falta de articulación en la región.
Esto demuestra otra cosa que resulta preocupante, y es que las administraciones municipales terminan muy rápido atrapadas en las circunstancias y problemas del día a día y se olvidan de la necesidad de cooperación para proponer y sacar adelante iniciativas comunes.
Manzanilla al menudeo
Lo sucedió en Otanche en la reunión del ministro con los alcaldes y líderes comunales; lo que debería haberse discutido con Iragorri en esta reunión junto con el gobierno departamental, era una propuesta integral de apoyo a la región, a sabiendas de que ya hay avances muy importantes en la organización de los productores, que hay una nueva conciencia para el manejo de los esquemas de producción y que es necesario impulsar otras formas empresariales, y la adecuación de todos los medios que faciliten una economía próspera y equitativa.
Otorgará diez subsidios de 10 millones de pesos para mejoramiento de vivienda campesina
Lo primero a concretarse era la terminación de las obras del Contrato Plan en la región que corresponden a la vía Buenavista, La Victoria; garantizar en el menor tiempo la conclusión de la Vía Chiquinquirá, Puerto Boyacá; las estrategias para apoyar a cada sector específico de los productores regionales, además del cacao; concretar estrategias para el desarrollo turístico de la región; revisar los asuntos del manejo minero en la región para que su explotación favorezca los intereses colectivos, proteja el medio ambiente y contribuya al desarrollo regional de manera efectiva, y un largo etcétera que no solo debe tratarse con un ministerio sino con distintas instancias del gobierno central y regional.
En vez de esto, y ante la falta de propuestas de este tipo, el Ministro, que está en trance de volverse candidato presidencial, terminó haciendo manzanilla al menudeo que es, a veces, lo que les gusta a los alcaldes y a lo que se ha acostumbrado la gente. Por eso Iragorri salió con que a cada municipio le otorgará diez subsidios de diez millones de pesos para mejoramiento de vivienda campesina, (en una pálida emulación de lo que hace Vargas Lleras). Entregar este tipo de apoyos, no es nada distinto a lo que hacen los alcaldes cuando entregan un rollo de manguea, un viaje de arena, o diez tejas para el mismo propósito, ‘mejorar la vivienda’, cuyo resultado final es la dispersión de los recursos y la permanencia de los problemas.
Otra vez el triste espectáculo de las promesas en vez de la discusión seria y ponderada de los proyectos e iniciativas que realmente soluciones problemas y propicien nuevas alternativas y oportunidades para la población.