Mientras el Consejo Académico de la UPTC optó por la suspensión de actividades académicas, el de la Universidad de Nariño sentó sus posturas sin que se viera afectado el transcurrir de las actividades de la comunidad académica
Desde que Iván Duque asumió como Presidente de la República, las instituciones educativas de educación superior de carácter público y toda la comunidad que les rodea viene manifestando una serie de necesidades y pedidos para dignificar las condiciones en que se imparte educación y de ese modo mejorarla.
Sin embargo, hasta ahora no se han unificado criterios y pedidos, y pareciera que cada institución maneja la protesta según lo que considera. En el caso de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) el pasado jueves se dio la suspensión de actividades, dictaminado por el Consejo Académico, tratándose además de un cese de actividades indefinido.
Por su parte, en instituciones como la Universidad de Nariño, el Consejo Académico ha hecho un llamado a apoyar las manifestaciones de carácter nacional, que pretenden reivindicar los derechos y necesidades de la educación superior en el país, con pedidos como el aumento del presupuesto en cada vigencia fiscal de acuerdo a la inflación causada el año inmediatamente anterior, la destinación de los recursos provenientes del IVA social para fortalecer el funcionamiento de las universidades públicas, el fin de la tendencia a privatizar la educación pública, la disminución de la excesiva carga tributaria a raíz de la reforma aprobada mediante la Ley 1819 de 2016, entre otras.
Pablo Burbano, presidente de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios, ha dado a entender que el camino a seguir es el de la lucha conjunta entre todas las universidades públicas, apoyando las manifestaciones universitarias locales y nacionales; a diferencia de lo decretado en la UPTC, donde se optó por la suspensión de actividades.