Por: Juan David Escobar Cubides / @JuanDaEscobarC
El futuro lo construimos entre todos, participando activamente en los asuntos públicos y relacionándonos con el acontecer político. Recientemente contamos con un nuevo gobierno que representa la renovación administrativa. Dicho gobierno estará abierto para todo aquel que quiera manifestar sus propuestas, sugerencias, visiones, y posiciones personales. Aprovechemos la posibilidad; manifestémonos, hagamos control social y ciudadano, pero, sobre todo, preocupémonos por rodear al nuevo presidente. No lo hagamos por él ni por su partido, sino por todos nosotros como ciudadanos. Por ti, por mí, por tu familia y por todos los colombianos.
Las democracias sólidas se caracterizan por el control efectivo que hacen los ciudadanos de sus gobernantes. En efecto, cuando un dirigente político se encuentra con una población recia, crítica y al tanto de su accionar administrativo, incrementa sustancialmente el nivel de laboriosidad de dicho dirigente. Contrario sensu, cuando la población está desentendida o es agnóstica con los asuntos públicos, el margen de ineficiencia aumenta, pues el gobernante asume una posición arbitraria y hace lo que le place, incluso padeciendo el control político del Congreso de la República.
De esta manera, consideramos que el verdadero control político radica en cabeza del constituyente primario, es decir, en nosotros los ciudadanos que, por actos de sentido de pertenencia, motivados por el orgullo y por la convicción, nos apersonamos de situaciones complejas para vigilar a nuestros gobernantes, pero a su vez, nos preocupamos por rodearlos y apoyarlos en sus aciertos políticos. Pues, así como debemos vigilar la gestión, también es menester que contribuyamos con el apoyo aplaudiendo las conductas positivas que ejecuta determinado dirigente político. Solo así construiremos y futuro y a partir de ahí, progreso. La política requiere actualmente personas probas que sientan apasionamiento y quieran contribuir a la lucha contra las deficiencias y carencias de nuestro país, sin duda los colombianos somos apasionados y conscientes de ello. Por tal razón, no debemos ignorar nuestra responsabilidad ciudadana. Se trata de nuestra nación: ¡Gran importancia!
El primer foco de desarrollo consiste en comprender el hecho de que si participamos activamente en los asuntos públicos, contaremos en un futuro próximo con el cambio que tanto anhelamos. Teniendo en cuenta que es hora de superar el odio, las divisiones ideológicas, la lucha de clases; el revanchismo y la venganza propuesta por algunos malintencionados, es posible imaginar un país donde quepamos todos; si así lo queremos, pronto lo lograremos. El nuevo presidente será el presidente de todos y para todos, pues no hay lugar a exclusiones ni a divisiones y discriminaciones.
¡Superemos las diferencias y unámonos por este propósito!
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