Por: Carlos Molina
Sin duda, una de las banderas del actual gobierno departamental ha sido el medio ambiente. Carlos Amaya junto a su equipo de trabajo han direccionado acciones en pro de la conservación de los recursos naturales como el trueque de canastos, que busca que se utilice menos plástico; Boyacá BIO, uno de los programas de ciencia e investigación más ambiciosos del país; la protección de páramos, entre otros.
Pero, no solo basta con el desarrollo de proyectos, también hay que estar cerca de las comunidades, y eso ha sido un punto a favor para Amaya, quien se le ha visto en defensa del territorio, como lo plasmó en el acompañamiento que le ha dado a la población campesina en torno a la delimitación del páramo de Pisba, la cual presenta muchas dudas.
Pasando a otro escenario, en los últimos días, se han prendido a las alarmas por el inminente inicio de un proyecto de exploración sísmica en 13 municipios del departamento, en donde se ha mencionado el rumor posible Fracking, debido al objeto de la empresa que lo ejecuta, ya que es famosa por utilizar la práctica de extracción de petróleo no convencional. Ante este hecho, el Gobernador solicitó la suspensión temporal del mismo, hasta que se despejen dudas al respecto y se socialice con la comunidad.
Citando los ejemplos en mención y trayendo a consideración otros hechos como la protección del Lago de Tota y la Sierra Nevada del Cocuy, se puede concluir que Carlos Amaya es un mandatario que le apuesta el medio ambiente y que siempre ha estado a favor de las comunidades.
¡En Boyacá no cambiamos agua por petróleo!, frase insignia de Amaya.
Esta opinión no busca quedar bien con nadie, solo resalta las cosas cuando se hacen bien.
*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan la postura editorial de EL DIARIO.
