Pedro Pablo Salas Hernández, la figura más importante del petrismo en Boyacá, a pocas horas de la jornada electoral que definirá quién será el nuevo presidente de la República para el próximo periodo, hace un último llamado a los boyacenses con las razones para votar este domingo por Gustavo Petro.
Llegó la hora para que los boyacenses vayan masivamente a las urnas a depositar ese voto libre, consciente, por el que tanto tiempo se esperó; no solamente una generación que está terminando un ciclo de vida, la generación entre los cuarenta y los sesenta años, que tuvieron que enterrar a cerca de siete candidatos a la presidencia, sino que también tuvieron que vivir la crueldad de la violencia. Esas generaciones alcanzan hoy dichosamente a votar por un hombre que representa el ideal de los que fueron sacrificados, siempre buscando construir una sociedad más justa y en paz.
Ahora le corresponde a la nueva generación; los que necesitan un país para ellos, un país para el proyecto de viuda, un país para superar esta incertidumbre y el miedo que causa el no tener un empleo, a pesar de los esfuerzos que se hacen por llegar a la universidad, estudiar, muchas veces con crédito, o tener que vender la vaca para pagar el semestre. Esta generación tiene la fortuna de que el candidato llegó con vida a las urnas y poder votar por él.
Esta oportunidad no se puede desperdiciar. Como dijo la dirigente boyacense Aida Avella: llegó el momento para devolverle a esta tierra su derecho a la cosecha, que no tiene otro significado sino que es el derecho de los ciudadanos a sentirse útiles, a tener un mejor nivel de vida y bienestar. Esta cosecha no quiere decir únicamente que los campesinos van a volver a sembrar la tierra, sino que van poder vivir mejor de su trabajo, y la juventud alcanzar sus metas con el saber.
Este proyecto social de Gustavo Petro es por el que se va a votar este domingo; por el hombre que promete cuidar los páramos y ordenar los territorios con la gente, respetando las autonomías locales y departamentales, para decidir las vocaciones con base en los acuerdos de la voluntad política; es decir, un hombre que respeta el concepto de descentralización y que con estos actos se convierte en un demócrata genuino, que respetará la voz de los territorios.
Es el mismo Gustavo Petro que recogiendo el eco en Boyacá, respetará el derecho del pequeño minero, de esa minería que se necesita para construir y para desarrollar las ciudades, la industria y la manufactura ; pero es el mismo Gustavo Petro, el que está diciendo que Boyacá no será un enclave, que le dice no al Fracking y le dice sí a las energías alternativas; que le dice no a la vía extractivista, pero que le dice sí a la agroindustria, a la manufactura, a la construcción de las vías terciarias, al crédito oportuno y barato; al apoyo de gobiernos como el de Carlos Amaya que viene dando la pelea por transformar en el territorio las condiciones de vida de la Boyacá profunda, donde nunca había llegado el Estado.
Es ese mismo Gustavo Petro que hoy le ha dicho a los boyacenses que llegó la hora de devolver los derechos que fueron convertidos en privilegios de unos pocos; el que le quitará los recursos a los mercachifles de las EPS para devolvérselo a los ciudadanos en salud preventiva y en atención oportuna. Es el mismo Gustavo Petro que está diciéndoles a los jóvenes de Colombia que ser pilo paga, pero que la educación es un derecho universal, que la educación de calidad es para todos, ricos y pobres, en igualdad de condiciones.
Son estas las razones por las que hay fundamentos para decir que sí hay cómo hacer de Boyacá un departamento con una nueva cosecha que nacerá este 17 de junio; y que está en manos de cada uno de los boyacenses y colombianos, darnos esa oportunidad marcando el candidato de la Colombia Humana.