Por | Edilberto Rodríguez Araújo- Profesor de la Escuela de Economía de la UPTC/integrante del grupo de investigación OIKOS / @zaperongo
La dependencia de los combustibles fósiles
El modelo extractivista implantado en Colombia en la década pasada tuvo su prueba de fuego en 2014, punto de inflexión del ciclo de los ascendentes precios internacionales de los hidrocarburos y el ocaso de la llamada Enfermedad Holandesa (EH), que precipitó la prematura desindustrialización, subproducto de los choques externos a los que se han enfrentado las materias primas de origen extractivo.
La excesiva dependencia de la economía colombiana de las exportaciones basadas en recursos naturales, en especial de carbón y petróleo- que en 2017 representaron el 54,1 % de las exportaciones colombianas-, forzó una recomposición productiva y, por consiguiente, un desplazamiento de la agricultura y la industria manufacturera, en favor del sector minero-energética.
El mercado mundial petrolero ha estado sometido a bruscas fluctuaciones, atribuida a la puja entre los principales países productores, miembros o no de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), -14 países que controlan un poco más del 40 % de la producción del crudo-, y en que en el centro del escenario han estado los conflictos por las fuentes de energía en una economía multipolar, aunados al incremento de la demanda por este producto básico, además de las maniobras especulativas .
Los ciclos del precio del barril de petróleo
Como se puede observar en el cuadro No. 1, la aceleración del alza de precios del crudo Brent, referencia para Colombia, se registró en 2004, cuando alcanzó un nivel sin precedentes. Simultáneamente, las exportaciones petroleras se elevaron siguiendo una trayectoria errática. Durante el periodo 1992-2000 el precio del crudo aumentó arrastrando una facturación mayor de las ventas externas. En el periodo 2000-2010, el rito de crecimiento de los precios superó las expectativas de los países productores, tendencia interrumpida en 2009, para restablecer su trayectoria al año siguiente. El intervalo de la mayor tendencia alcista del precio internacional se registró en 2009-2012.
Durante la última década, los precios se sostienen hasta 2014, cuando como correlato de este desempeño, caen en picada las exportaciones de hidrocarburos, lo que empuja a un desplome de las exportaciones. En el transcurso de los últimos 25 años las ventas externas de petróleo fueron ascendiendo hasta alcanzar su máxima cota en 2014- al bordear el 55 % de las exportaciones-, coincidiendo con la destorcida de los precios internacionales. El resto de la historia de la reversión del auge minero-energético es conocido. Pero, ¿qué ocurría con la cotización del dólar frente al peso? Contrario al análisis convencional, la tasa de cambio no se precipitó en caída libre tipificando una revaluación de la moneda colombiana. No obstante que se presencia un espasmódico comportamiento del tipo de cambio, lo que se evidencia es una alternancia de la apreciación y depreciación del peso colombiano. Lo anterior pareciera desmentir la hipótesis de que la bonanza minero-energética sea la única responsable de la pérdida de competitividad de las exportaciones colombianas. Como se sabe, la fluctuación de la cotización de la divisa estadounidense, puede, también atribuirse, al flujo de la inversión extranjera; sin embargo, al cotejarse el comportamiento de las variables inversión foránea y tipo de cambio, no se evidencia una estrecha correspondencia. Cabe señalar, que el año de mayor flujo de la inversión extranjera fue 2013, siendo el sector petrolero receptor, en ese año, de 31,5 %. El año pasado esta proporción se redujo a 23,8 %.
Cuadro No. 1. Comportamiento de las variables asociadas con el precio de petróleo Brent (1992-2017)
Año | Precio del barril de petróleo Brent (dólares) | Valor de las exportaciones de petróleo y derivados –millones de dólares) | Participación porcentual de las exportaciones de petróleo y derivados | Inversión Extranjera Directa (millones de dólares) | Tasa de cambio promedio anual (pesos/dólar) |
1992 | 19,32 | 1.412.943 | 20,6 | n.d. | 680,10 |
1993 | 17,01 | 1.323.260 | 18,6 | n.d. | 786,67 |
1994 | 15,86 | 1.312.723 | 15,4 | 1.466 | 826,56 |
1995 | 17,02 | 2.184.680 | 21,4 | 968 | 912,78 |
1996 | 20,64 | 2.947.003 | 27,7 | 3.112 | 1.036,35 |
1997 | 19,11 | 2.707.141 | 23,4 | 5.562 | 1.141,08 |
1998 | 12,76 | 2.328.851 | 21,4 | 2.829 | 1.427,04 |
1999 | 17,90 | 3.754.744 | 32,3 | 1.508 | 1.758,58 |
2000 | 28,66 | 4.775.488 | 36,3 | 2.436 | 2.087,42 |
2001 | 24,46 | 3.285.064 | 26,6 | 2.542 | 2.299,77 |
2002 | 24,99 | 3.275.205 | 27,3 | 2.134 | 2.507,96 |
2003 | 28,85 | 3.383.239 | 25,8 | 1.720 | 2.877,50 |
2004 | 38,26 | 4.227.421 | 25,2 | 3.116 | 2.626,22 |
2005 | 54,57 | 5.569.383 | 26,3 | 10.235 | 2.320,77 |
2006 | 66,06 | 6.333.127 | 25,8 | 6.751 | 2.357,98 |
2007 | 72,53 | 7.322.933 | 24,2 | 8.886 | 2.078,35 |
2008 | 98,71 | 12.210.502 | 33,2 | 10.565 | 1.966,26 |
2009 | 62,55 | 10.267.502 | 31,2 | 8.036 | 2.156,29 |
2010 | 80,27 | 16.501.625 | 41,5 | 6.430 | 1.897,89 |
2011 | 110,87 | 28.420.665 | 49,9 | 14.648 | 1.848,17 |
2012 | 111,66 | 31.558.933 | 52,5 | 15.039 | 1.798,23 |
2013 | 108,71 | 32.485.855 | 55,2 | 16.210 | 1.868,90 |
2014 | 98,95 | 29.988.176 | 54,7 | 16.168 | 2.000,68 |
2015 | 53,63 | 14.566.130 | 40,4 | 11.736 | 2.746,47 |
2016 | 45,01 | 10.784.046 | 33,9 | 13.849 | 3.053,42 |
2017 | 54,80 | 13.052.477 | 34,6 | 14.518 | 2.951,15 |
Fuente: Dane/Banco de la República
¿Existe correspondencia entre precio del petróleo y la tasa de cambio en Colombia?
Un análisis más minucioso de la evolución del precio internacional del petróleo y la tasa de cambio, revela que en la década de los 90, un aumento en el primero no trajo consigo una inmediata apreciación de la moneda colombiana, sino que, por el contrario, coincide con un periodo devaluacionista. En contraste, en las dos últimas décadas-con algunos baches interanuales-, si se observa una asociación directa entre repunte en el precio del crudo y la revaluación. Simultáneamente se evidencia, que la caída en los precios ha aguijoneado, de manera intermitente, la depreciación del peso, siendo más notorio este fenómeno en los últimos años, particularmente en el periodo 2013-2016. El correlato entre el precio del barril de petróleo y desempeño de la tasa de cambio (ver gráfica N0. 1) se puso de manifiesto, especialmente, en el periodo 2007-2017.
Cuadro N. 2. Evolución del precio del petróleo y la tasa de cambio
Variable/ciclos | Alza | Baja | Devaluación | Revaluación |
Precio del petróleo Brent | 1995-1996
1999-2000 2002-2008 2010-2012 2017 |
1993
1994 1997-1998 2001 2009 2013-2016 |
||
Tasa de cambio | 1992-2003
2009 2013-2016 |
2004-2008
2010-2012 2017 |
Fuente: Dane/Banco de la República
Gráfica 1. Trayectoria del precio de barril de petróleo Brent y tasa de cambio (1992-2017)
Ahora bien, el gobierno colombiano ha registrado una mejoría en sus finanzas públicas, ya que a comienzos de 2018, el precio del barril de petróleo repuntó, hasta situarse en alrededor de 75 dólares, anticipándose que puede alcanzar los 80 dólares. El ministerio de Hacienda había proyectado un precio de 65 dólares, anticipando que cada dólar de incremento en la cotización significará ingresos cercanos a $4.000 millones, lo que, finalizado 2018 representarán $ 4 billones adicionales, en un umbral de menos de un millón de barriles diarios. En tanto persista la volatilidad del mercado petrolero, ocasionado por los riesgos geopolíticos, tales como el escalamiento de la confrontación bélica desatada por el gobierno estadounidense- que ha promovido la tecnología de fracturación hidráulica para la extracción de petróleo- contra gobiernos adversarios como Irán y Siria, además del aumento de los inventarios y la reducción de la oferta de hidrocarburos, la presión sobre el precio internacional se mantendrá. Ante las estrecheces presupuestales del país, la recuperación del precio de este combustible fósil puede facilitar el retorno de la economía a la senda de crecimiento del 4 %, en promedio, que caracterizó la década pasada.