Por: José Álvarez Carrero
La campaña liderada por el uribismo se ha encargado de confundir a los colombianos, amenazando con una supuesta venezolanización del país en caso de que el candidato de su partido no sea elegido presidente.
Esa estrategia electoral heredada de las enseñanzas del curtido publicista político caraqueño JJ Rendón, lleva a que un alto número de votantes acudan a las urnas movidos por poderosos instintos primarios como lo son el miedo y los estereotipos, sin hacer un análisis serio de las propuestas de cada candidato y menos aún, de la ideología política y la concepción económica por las que se guía.
Esa situación ha llevado a que muchos simpatizantes del Centro Democrático no dimensionen el riesgo que se cierne sobre Colombia en caso de que Duque llegue a ser elegido y cumpla con sus propuestas de campaña. Por ello pasan inadvertidas propuestas altamente populistas como las realizadas el 22 de febrero en la ciudad de Tunja, donde el candidato de Uribe aseguró que de llegar a la presidencia no solo bajaría los impuestos a los empresarios, sino que también eximiría de tributos a la renta por diez años a los poseedores de grandes extensiones de tierras, a lo que se sumaría una semana sin recaudar el IVA durante cada año de su administración. Esas ofertas populistas no solo reflejan un desconocimiento profundo de la situación fiscal y financiera del país, sino también la falta de asesoría en temas económicos a una campaña donde sus principales candidatos son abogados y exmilitares.
De materializarse esas propuestas, el hueco fiscal que se generaría en Colombia sería enorme, peor que el que se produjo cuando los aranceles que entraban por concepto de importaciones y exportaciones desaparecieron por los Tratados de Libre Comercio y obligaron al país a cubrir ese déficit con un aumento del IVA del 16 al 19%. La Forma de llenar ese pasivo en las finanzas del Estado para el presidente Iván Duque solo serían 2: Emitir dinero o endeudar al país.
El camino de la emisión parece ser la vía que propone el Uribismo, lo cual no le quedaría difícil a pesar de la autonomía del Banco de la República, toda vez que la Junta Directiva de esa institución pública es cercana a dicha colectividad. No obstante, esa situación llevaría a un aumento de la masa circulante (Cantidad de billetes a disposición del público), sin un respaldo real en la economía, generándose así una inflación rampante, que arruinaría en menos de nada a la clase media. Ese impacto sería aún más difícil de controlar, toda vez que sus propuestas económicas plantean en el fondo una mayor dependencia del petróleo y de la minería, sin que haya un sector productivo sólido para afrontar esa situación.
El segundo camino, consistente en llenar el hueco fiscal generado por el populismo tributario del Uribismo a partir del endeudamiento del país. Esta vía parece menos realista, todas veces que difícilmente la banca internacional va conceder créditos a un Estado que ya está de por sí sobre endeudado, si este tiene unas finanzas públicas que responden más a intereses electoreros que a las necesidades de su población. Aun así, esta no sería una solución a largo plazo, ya que los intereses de la deuda llevarían a que inversiones en salud, educación, infraestructura etc., fueran imposibles o se vieran seriamente afectados.
Sumado a lo anterior, la carencia de propuestas por parte de Duque –y de otros candidatos- tendientes a diversificar la economía y romper la dependencia del Carbón y del Petróleo, también colocan al país al borde de una catástrofe peor a la de la Venezuela madurista, ya que en el caso colombiano no solo se ha destruido a un ritmo vertiginoso la producción agrícola (cebada, trigo, garbanzo, maíz, algodón etc.) al punto de hoy importar el 87% de alimentos, sino que también la política internacional de tratados de libre comercio, ha llevado a que en el país se arruine al mediano y pequeño empresario del sector industrial, por lo que urgen propuestas que reactiven la economía y diversifiquen la producción.
Por último, el Uribismo tiene que ser consiente que los subsidios si bien sirven para ganar unos voticos de mas, no son una solución duradera para la población, ya que tienen un costo alto para las finanzas del Estado en tanto que generan un bajo beneficio social. En ese sentido, Iván Duque debería replantear sus propuestas tendientes a fortalecer programas como “Jóvenes en Acción” y “Familias en Acción”, ya que esto es oneroso para las finanzas públicas y no genera un impacto como el que produciría una universidad gratuita o un sistema de pensiones bajo el modelo de prima media, con cobertura universal y financiación tripartita (Empleador, trabajador y tributos) y obligatoria. Contrario a lo que el Uribismo plantea, la educación pública gratuita, el sistema universal de pensiones y la salud sin la intermediación de las EPS no es populismo, sino que es una expresión propia del Estado Social de Derecho y una mejor forma de redistribuir el ingreso, diferente al modelo de subsidios a la demanda que llevó a la ruina a Venezuela, modelo que paradójicamente tan de moda se puso en Colombia desde el año 2002.
Si el joven Iván Duque replantea estos puntos, posiblemente para el 2022 sea uno de los grandes opcionados para llegar a la Casa de Nariño.
Señor Álvarez, usted no se ha dado cuenta de que la idea es, como lo han hecho en los países nórdicos (que son los más adelantados del mundo), las cargas impositivas a las empresas sean mínimas porque sin ellas no habría empleo? No se ha enterado de que muchas empresas colombianas han salido de nuestro país para instalarse en otros, especialmente Perú y Costa Rica, donde les han dado una rebaja TOTAL de impuestos durante los primeros diez años y a partir de ahí las cargan con impuestos muy bajos, precisamente para incentivar el empleo? Tampoco sabe que las empresas que se han instalado en esos países están exportando sus productos desde allí a Colombia, aprovechando los tratados de libre comercio entre estos, de tal forma que llegan sin arancel, a precios super-competitivos? Y por último, que las empresas en Colombia no pueden competir con ellas porque las cargas impositivas son hasta del 40%? Esto no es populismo, es realidad. No le extrañe que el éxodo de empresas en Colombia a esos países sigan siendo enorme si seguimos con esas políticas de persecución impositiva. Nuestro problema es que siempre se han visto a las empresas como depredadores a los que hay que exprimir al máximo. No ha visto a los pequeños emprendedores que están saliendo a protestar porque, entre otras cosas, los obligan a pagar el IVA en el momento en que hacen un contrato, cuando no han recibido ni un solo peso? Un saludo especial.
Hemos visto a las grandes empresas nacionales y extranjeras aprovecharse de las finanzas del Estado de manera fraudulenta y participar en la corrupción. Igualmente las grandes empresas son las principales responsables de la evasión de 40 billones de pesos al año. Las grandes empresas han tenido el Estado a su servicio desde hace años y por eso cada día tienen más y más leyes a su servicio, o si no veamos a las de los teléfonos que prestan un mal servicio y nos cobran caro, a los bancos que nos cobran por todo y tienen enormes ganancia, a las EPS que nos roban, a las aseguradoras (SOAT, seguro contra todo riesgo) a las que nos obligan a pagarles, no alcanza este espacio para seguir. Con esas propuestas de que disminuyendole los impuestos a las empresas se genera más empleo, han venido aumentando sus ingresos cada dia más y generando más desempleo.
Esto demuestra todavía más la idea de un nuevo político mediocre que tiene en mente como seguir robando al pueblo ignorante que sigue abollando a una manada de políticos corruptos que no buscan si no de su beneficio y que el pueblo siga manteniéndolos a ellos y sus familias o sino pregúntele a Uribe de quién son las tierras que posee en el uraba antioqueño de tantas familias desplazadas. Y este subalterno que es duque como tiene su programa de robo continuado pensemos al menos en el futuro de nuestras familias y acabemos le tanta farsa de estos políticos corruptos