La Ministra de Educación estuvo de paso por Tunja buscando asegurar el acceso de educación para todos los niños de la ciudad. Sin embargo, se olvidó que los problemas de deserción en la ciudad van más allá del querer ir o no al colegio. Las dificultades económicas de los tunjanos, son el principal problema.
Yaneth Giha, ministra de educación, estuvo de paso por Tunja. Su objetivo era encontrar niños que no estuvieran matriculados para asegurarse de que tuvieran derecho a la educación.
Al final de la jornada, Giha y el alcalde Pablo Emilio Cepeda se mostraron conformes por los resultados conseguidos; 44 niños, que no estaban matriculados en ninguna institución educativa oficial de la ciudad, ahora podrán acceder a educación.
Pero la realidad de la ciudad es otra. En muchos casos, los menores no pueden acceder a educación, no solo porque sus padres no tengan la capacidad de pagar por su educación, sino porque tampoco tienen para pagar transporte, uniformes, alimentación.
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El costo de vida en la ciudad se ha hecho inmanejable para una gran mayoría de la ciudadanía. Por ello, el logro de permitir educación para 44 niños más, si bien no resulta despreciable, resulta insignificante al contemplar la realidad de la ciudad.
Giha, que se mostró satisfecha por la labor realizada, dejó de contemplar otras labores propias del jefe de una cartera ministerial; su visita se limitó a alimentar el espíritu demagogo del Alcalde, pero de oportunidades de educación para sectores rurales o de creación de empleo a partir de la educación, no mencionó palabra alguna.
Foto | Carlo Fidel Gómez Torres
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