Los presidiarios se daban el lujo de realizar llamadas extorsivas y cobrar en dólares.
Con el uso ilegal de celulares, los convictos de la cárcel de alta y mediana seguridad de Cómbita, se daban el lujo de realizar llamadas extorsivas y exigían el pago en dólares.
Entre las víctimas de los delincuentes se encuentran comerciantes, campesinos y empresarios. El método de los reclusos se basaba en la amenaza de muerte y llegaban a solicitar hasta 200 millones de pesos a sus víctimas.
El fructífero negocio de los delincuentes se vino a pique luego de que la Policía Nacional junto con el Gaula, realizaran un allanamiento en el centro penitenciario, y lograran identificar a tres de los reclusos que se dedicaban a la extorsión.