El Festival Internacional de la Cultura Campesina (FICC) continúa su ruta por los municipios boyacenses, llevando música, danza y arte a las comunidades rurales bajo el lema “Un campo donde todos cabemos”. Durante esta semana, las localidades de Ciénega y Pauna se convirtieron en escenarios de integración, aprendizaje y orgullo campesino.
En Ciénega, más de 120 niños y jóvenes de la Institución Educativa Santo Domingo Savio, vereda Reativa, participaron en una jornada artística llena de color y tradición. El Ensamble Artístico del FICC compartió con estudiantes desde párvulos hasta grado once, reafirmando el poder del arte y la cultura como herramientas de formación y encuentro en las aulas.
La coordinadora de descentralización del festival, María Isabel Rodríguez, destacó el compromiso del Gobierno Departamental con estas iniciativas:
“El acogimiento fue único; los más pequeños bailaron, cantaron y se maravillaron al descubrir que el arte sigue surgiendo con la misma fuerza y berraquera con la que se cultivan las tierras boyacenses”.
Por su parte, en Pauna, el parque principal fue el punto de encuentro para una tarde de arte, música y orgullo campesino. Las escuelas municipales de música y danza se unieron al Ensamble Artístico del FICC, frente a un público de más de 400 asistentes. El secretario de Deporte y Cultura, Yeison Quiñones, resaltó el impacto positivo del festival:
“El festival impulsa a nuestros comerciantes y emprendedores, generando una dinámica positiva para la región”.