El Gobierno nacional oficializó la creación del Servicio Social para la Paz. Esta medida permitirá que 432 jóvenes puedan cumplir con su obligación constitucional mediante labores orientadas a la construcción de paz, en lugar de prestar el servicio militar obligatorio.
El nuevo servicio fue desarrollado con participación del Departamento Nacional de Planeación (DNP), entidad que ha trabajado en el diseño y articulación del programa. Según la resolución, el objetivo es ofrecer a los jóvenes una alternativa que promueva la reparación del tejido social, la educación para la paz, el acompañamiento comunitario y la promoción de derechos humanos, especialmente en zonas que han sido históricamente afectadas por el conflicto armado.
El programa incluirá formación en liderazgo, resolución de conflictos y cultura de paz. También contempla la participación de los jóvenes en procesos de reconstrucción de memoria histórica, apoyo psicosocial y acompañamiento a víctimas del conflicto.
Al finalizar su servicio, los participantes recibirán un certificado equivalente a la libreta militar y a una acreditación de primer empleo. Además, tendrán acceso a un auxilio económico mensual, correspondiente al 80% del salario de un soldado regular, y podrán beneficiarse de convenios con instituciones educativas como el SENA y algunas universidades.
Este nuevo modelo de servicio fue enmarcado dentro de los compromisos derivados del Acuerdo de Paz y representa un cambio en la forma en que se concibe el deber constitucional de los jóvenes hacia la nación. La resolución convierte en política pública la posibilidad de prestar un servicio alternativo centrado en el desarrollo comunitario y la consolidación de la paz.