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Esa empresa abastece a 113 millones de personas con agua potable en el mundo. Ahora evoluciona a un siguiente nivel con novedosos centros de innovación. En Tunja Veolia avanza en la última etapa de la construcción de una planta fotovoltaica que contará con 420 paneles solares y generará entre el 17 % y el 22 % de la energía requerida para dos de los tres módulos de la planta de tratamiento de aguas residuales.
Durante el último año Colombia vivió una de las sequías más intensas en décadas; por ejemplo, la capital del país afrontó la reducción del nivel del embalse San Rafael a sólo el 16% de su capacidad, obligando a implementar racionamientos de agua en Bogotá.
La escasez de lluvias también puso en riesgo el suministro de agua potable y la generación de energía hidroeléctrica que representa el 70% de la matriz energética del país.
Ante este panorama, Veolia Colombia anunció la creación de los Centros de Excelencia de Gestión Hídrica, escenarios que no sólo garantizan agua potable de alta calidad, sino que serán un modelo pionero de manejo responsable y eficiente del recurso hídrico, integrando aspectos de sostenibilidad, innovación y planeación a largo plazo.
Judith Buelvas, Directora País de Veolia Colombia y quien tiene a su cargo la operación de gestión del agua en 16 municipios del país, indicó: «Veolia evoluciona a un siguiente nivel en la gestión del agua y ofrece una solución concreta para que municipios e industrias hagan frente a las presiones planetarias. A nivel mundial, la compañía abastece a 113 millones de personas con agua potable, contamos con experiencia y respaldo; entendemos que la clave para evitar situaciones graves derivadas de condiciones climáticas extremas, radica en la planificación, tecnología, ejecución anticipada, gestión oportuna y preventiva e innovaciones como esta de los Centros de Excelencia.”
En Colombia, la compañía atiende a 3,2 millones de personas y opera 16 sistemas de gestión del ciclo del agua, 2 de gestión comercial y pérdidas y operaciones de agua industrial, contribuyendo a la mejora de la infraestructura hídrica del país.
Ahora con los Centros de Excelencia de Gestión Hídrica, Veolia fortalece la investigación, el desarrollo y la capacitación en el sector, impulsando modelos basados en datos y en la optimización del uso de este recurso. La iniciativa se basa en un enfoque integral que abarca cinco pilares fundamentales.
En primer lugar, la sostenibilidad y la adaptación al cambio climático son prioritarias, con un compromiso con el medio ambiente a través del uso de energías bajas en carbono, la preservación de la biodiversidad y la eficiencia en las operaciones, enfocándose en la descarbonización, la descontaminación y el cuidado de los recursos.
En segundo lugar, se adopta una perspectiva de futuro trascendente, con una gestión inteligente de la demanda, la promoción del uso consciente del recurso y la planeación oportuna de inversiones para anticipar los impactos del cambio climático.
El tercer pilar consiste en priorizar el conocimiento y la tecnología avanzada, con la capacidad para identificar nuevos contaminantes generados por la actividad humana y adaptar los sistemas de tratamiento con tecnologías de última generación, sumado a una amplia experiencia técnica para anticipar su control.
Como cuarta medida, Veolia impulsa la recirculación del agua, implementando un enfoque de economía hídrica circular, para minimizar el uso del recurso y maximizar su valor, gestionando eficientemente las pérdidas industriales en el agua de procesos y explorando otras fuentes de abastecimiento.
Pérdidas por debajo del 2% en la potabilización del agua en casi todas sus plantas y tecnologías de desalinización y operación eficiente de fuentes subterráneas.
Finalmente, esta compañía señala un firme compromiso con la descontaminación, y asume la responsabilidad de tratar el agua contaminada y devolverla a los afluentes naturales, contribuyendo a la descontaminación del entorno y mitigando los vertimientos de agua residual.
Tunja, uno de los Centros de Excelencia de Gestión Hídrica de Veolia
En sintonía con estos pilares, Veolia Tunja avanza en la última etapa de la construcción de una planta fotovoltaica que contará con 420 paneles solares y generará entre el 17 % y el 22 % de la energía requerida para dos de los tres módulos de la planta de tratamiento de aguas residuales (315 mil kilovatios anuales), reduciendo significativamente el consumo de energía eléctrica convencional.
“Este parque no solo disminuirá las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en cerca de 35,28 toneladas de CO₂ equivalente, sino que además contribuirá a la mitigación y adaptación al cambio climático, y se integrará en un modelo de economía circular, donde la energía renovable se convierte en un recurso clave para la sostenibilidad a largo plazo”, señaló William Ricardo Hernández Sanabria, gerente general de Veolia Aguas de Tunja.
“Nuestras apuestas por la transformación ecológica y nuestra certificación en economía circular nos han permitido reducir en un 60 % el uso de papel y materiales físicos mediante la desmaterialización y digitalización de nuestros procesos.
Adicionalmente, en los últimos tiempos hemos disminuido el consumo de agua en procesos operativos mediante telemetría y monitoreo en tiempo real”, anotó el Gerente de Veolia en Tunja. Por otro lado, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Tunja continúa operando con altos estándares de eficiencia en la remoción de contaminantes, garantizando un adecuado tratamiento del agua.
Durante 2024, en la PTAR se trataron más de 7,5 millones de metros cúbicos de agua, con un porcentaje de remoción de la carga contaminante superior al 90 %.
Finalmente, es importante destacar que Tunja cuenta con uno de los índices de pérdidas en la red de distribución más bajos del país, con un 18,8 %.
Este resultado es producto de un eficiente control operativo de las redes de acueducto, la minimización de pérdidas por reboses en tanques de almacenamiento y roturas de redes, la implementación de la micromedición en condiciones metrológicas óptimas y el rastreo, monitoreo y reparación oportunos, además del trabajo de personal altamente capacitado.
Sobre este factor, la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) ha establecido en su Resolución 287 de 2004 que el nivel máximo de agua no contabilizada aceptable para el cálculo de costos de prestación del servicio es del 30 %.