Una juez le negó la solicitud de detención domiciliaria, que hizo su defensa. La exsenadora y exconsejera enfrenta un proceso por tráfico de influencias y lavado de activos.
La excongresista y exconsejera para las regiones del Gobierno Sandra Liliana Ortiz Nova deberá seguir privada de la libertad en una guarnición militar, pues la Jueza 21 de Conocimiento le negó el beneficio de detención domiciliaria que estaba pidiendo su defensa.
Desde el 23 de diciembre Sandra Ortiz está privada de la libertad en la estación de Carabineros de la Policía en Bogotá y ahí deberá permanecer mientras enfrenta el juicio por los delitos de tráfico de influencias y lavado de activos.
Ortiz es procesada dentro del escándalo de corrupción de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Ungrd, lo que la convirtió en la funcionaria de más alto rango de la Presidencia de Gustavo Petro en ir tras las rejas por el caso de presunto desvío de dineros públicos para beneficiar a funcionarios, contratistas y congresistas, entre otros fines, para que al parecer se tomaran decisiones en el Congreso a favor de los intereses del Ejecutivo.
La Fiscalía señala a Ortiz Nova, concretamente, de recibir $3.000 millones y supuestamente entregárselos al entonces presidente del Congreso, Iván Leonidas Name Vásquez, de la Alianza Verde, copartidario de la exconsejera.
Esta semana, en una entrevista para Noticias Caracol y Blu Radio, Ortiz no negó ni confirmó directamente las acusaciones que le hacen y expresó su disposición de contar ‘toda la verdad’.
Reveló que conoce los nombres de personas cercanas al presidente Petro que habrían estado involucradas en el esquema de corrupción. Según ella, estas figuras movían los hilos desde la Casa de Nariño.
“Hay una verdad que le quiero contar al país, pero no tengo las garantías”, dijo Sandra Ortiz y agregó que su vida corre peligro y que le han hecho dos atentados, que ya he denunciado ante la Fiscalía.
También afirmó que “al principal testigo lo asesinaron. Él me acompañó en todo. Es una persona que asesinaron”. Sin embargo, no quiso dar el nombre del sujeto. A pesar de eso, se presume que sería Pedro Aguilar, un esmeraldero asesinado en agosto de 2024 en el norte de Bogotá.
De igual modo, aseveró Sandra Ortiz que todo lo que ella hacía era recibir instrucciones de Carlos Ramón González, ex director del Departamento Administrativo de la Presidencia y de la Dirección Nacional de Inteligencia.
“Todo lo que hice en la Consejería, no hubo un solo paso, un punto y coma, que yo no lo haya reportado, porque yo lo único que hacía era recibir órdenes de Carlos Ramón (González), que era mi jefe”, indicó.
