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En coordinación con otras entidades avanza el proceso de mitigación en la zona. Más de 120 familias de tres veredas han resultado afectadas.
El municipio de Socotá enfrenta una de las emergencias más críticas de los últimos años debido al movimiento en masa a gran escala que generaron las altas precipitaciones en días atrás y que superaron ampliamente la capacidad operativa de la región.
Las lluvias intensas registradas en octubre y noviembre saturaron el terreno, provocando otros deslizamientos dentro de un gran proceso de remoción en masa que ha afectado severamente la infraestructura vial, educativa y los servicios básicos, colocando en alta vulnerabilidad a la población.
* Afectaciones registradas en sala de crisis se resume de la siguiente manera:
– 150 hectáreas comprometidas por el deslizamiento.
– 120 viviendas colapsadas, afectación a 120 familias y 900 personas.
– 10 kilómetros de vías terciarias destruidos.
– Colapso total y parcial de dos pontones, un puente, dos escuelas, una capilla y dos salones comunales.
– Cuatro veredas severamente impactadas: La Playa, Güita, San Pedro, La Estancia y sectores adyacentes.
– Sistemas de acueducto rural y urbano fuera de operación.
Descripción técnica del fenómeno
Los movimientos en masa se han concentrado en la cuenca de la Quebrada Blanquizcal, donde se identificaron dos eventos principales:
– 15 de noviembre: Un deslizamiento en el sector La Playa que, debido al grado de saturación del suelo y el material transportado, evolucionó en un flujo de tierras al desplazarse aguas abajo.
– 3 y 4 de diciembre: Un segundo deslizamiento en el Rincón de Güita, resultado del desconfinamiento de materiales asociados al primer evento.
El fenómeno muestra una distribución creciente, extendiéndose en todas direcciones y agravando la magnitud del impacto. Además, los cauces naturales han sido taponados, generando empozamientos que intensifican el flujo del terreno hacia zonas bajas como el sector San Pedro.
Acciones urgentes recomendadas
– Evacuación preventiva: Según el análisis del Servicio Geológico Colombiano (SGC) es imperativo evacuar las zonas delimitadas, priorizando la seguridad de las comunidades afectadas.
– Monitoreo continuo: Instalar marcadores para medir el avance de los desplazamientos y realizar verificaciones diarias (mañana y tarde) que permitan anticipar nuevas evacuaciones.
– Drenaje temporal: Redirigir las aguas estancadas utilizando ductos o tuberías flexibles. Estas estructuras deben permanecer en la superficie y ser revisadas diariamente para garantizar su funcionalidad.
– Prohibición del ingreso de maquinaria pesada: La sobrecarga en el área del deslizamiento podría acelerar el movimiento, poniendo en peligro a los operarios y a las comunidades cercanas.
– Planeación técnica: Se requiere cartografía detallada, modelos digitales de elevación y tomografías eléctricas para estudiar las condiciones del terreno y diseñar soluciones definitivas una vez el área se estabilice.
Un llamado a la acción coordinada
El impacto de esta emergencia trasciende lo local, demandando una articulación entre las autoridades municipales, departamentales y nacionales.
Es fundamental priorizar la atención humanitaria, garantizar la reubicación de las familias afectadas y gestionar recursos para mitigar los efectos a corto y largo plazo.
Socotá enfrenta hoy una crisis sin precedentes, pero con la unión de esfuerzos técnicos, humanos y políticos será posible proteger vidas y avanzar en la recuperación del municipio.