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Hasta hace un poco más de dos años el hoy gobernador Carlos Amaya y su esposa, Daniela Assis; y el diputado Rodrigo Rojas, en su esposa, Ángela Moncada, eran amigo.
Compartieron muchos momentos en reuniones sociales y hombro a hombro participaron en campañas políticas.
Sin embargo, todo comenzó a cambiar cuando Rodrigo Rojas insistió en que sería candidato a la Gobernación de Boyacá, con lo cual Amaya no estuvo de acuerdo; y más tarde, en las elecciones de octubre de 20023, los dos fueron rivales por el primer cargo del departamento; el primero representando al Partido Liberal y, el segundo, al Partido Verde.
En esa campaña, como en casi todas, hubo una gran rivalidad entre los dos, lo cual se extendió a sus esposas y a sus familias pero, a la postre, Amaya terminó convertido en el primer gobernador reelegido por voto popular y a Rodrigo Rojas le tocó aceptar una curul en la Asamblea de Boyacá, en donde se convirtió en el jefe de la oposición a Amaya.
Desde esa campaña han sido muy pocas las ocasiones en que han compartido espacios, pues Rojas es fuerte crítico de la administración Amaya, mientras que el Gobernador le responde con alguna frecuencia a Rojas, pero con sarcasmo e ironía.
Pues el último encuentro de Amaya y Rojas y sus esposas ocurrió en el encendido del alumbrado navideño, hace dos días, en Sogamoso. Ahí también estuvo el representante a la Cámara liberal Héctor David Chaparro, amigo personal de Rodrigo Rojas y del Alcalde de Sogamoso; ex gerente de la Lotería de Boyacá en la era Amaya y ahora también un fuerte crítico del gobernador.
Amaya y su esposa y Rojas y su esposa compartieron tarima porque fueron invitados por el alcalde de Sogamoso, Mauricio Barón Granados; pero el encuentro fue todo menos grato.
Amaya y su señora estuvieron porque él es la primera autoridad de Boyacá, porque ofreció los grupos musicales como el del Checo Acosta, para amenizar el evento de encendido del alumbrado navideño y porque ahora ha estado trabajando de manera armoniosa con el Alcalde de Sogamoso; y Rodrigo Rojas y señora, así como el congresista Héctor Chaparro estuvieron porque son amigos personales y aliados políticos del Alcalde, que era el anfitrión de la fiesta y porque el que hace una fiesta puede invitar al que quiera.
Amaya y su esposa se saludaron con Rodrigo y su esposa pero ocurrió un hecho inesperado. Los aplausos y el reconocimiento espontáneos del público sogamoseño no fueron para el gobernador, Carlos Amaya; sino para Rodrigo Rojas, a quien hace un año respaldaron mayoritariamente en las urnas.
Por esa razón Carlos Amaya y su esposa estuvieron algo incómodos, pero al final entendieron que ‘en fiestas no se repara’.