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Aunque en Boyacá muchos no conocen la magnitud de su obra, el escultor, pintor e historiador de origen chiquinquireño fue seleccionado por el Comando del Ejército para elaborar el Monumento Bicentenario Batalla de Ayacucho, una obra escultórica que se levanta en predios de la Escuela de Infantería, en el Cantón Norte de Bogotá. Dicho monumento será inaugurado el 9 de diciembre de este año, fecha de conmemoración de los 200 años de la Batalla de Ayacucho.
El maestro Eduardo Malagón Bravo se consolida dentro de la selecta élite de grandes maestros de la escultura monumental conmemorativa colombiana, medio siglo después de Rodrigo Arenas Betancur.
Malagón Bravo es chiquinquireño de nacimiento y moniquireño de crianza, hijo de Samuel Malagón Rodríguez, político sobresaliente de la provincia de Ricaurte de a mediados del siglo XX; y de la ilustre dama Anita Bravo de Malagón, connotada educadora, rectora del Colegio de la Presentación de Moniquirá y primera mujer designada Inspectora de Educación de la región del occidente boyacense, en la década del cincuenta del siglo pasado también.
Inició su educación elemental en la Escuela Anexa, para luego ingresar al colegio Antonio Nariño de Moniquirá. Ingresó al Colegio de Boyacá, en donde cursó el primero de bachillerato, y, por razones de orden familiar, debió retirarse e ingresar a la Normal Nacional Integrada de Ibagué, donde optó el título de Maestro de Escuela.
Ingresó a la Escuela Naval de Cadetes de Cartagena Almirante Padilla con el propósito de prolongar la estirpe naval de la familia. Su estadía en la institución de formación de Caballeros de Mar fue corta pero fortificante en el mejor sentido de su formación, ya que recibió de manera temprana y oportuna la visión de Patria y la disciplina que con el tiempo lo consagraría como un auténtico humanista, asistido por impulso invencible y de orden triunfal en su misiones como apóstol del Ideario Bolivariano, custodio del Fuego Sagrado de la Libertad y patriota boyacensista, siendo exaltado como Personaje Bolivariano del siglo XX, merecedor de múltiples reconocimiento de primera clase en Colombia, América y países de Europa, Medio Oriente y África.
Puede decirse con absoluta certeza que es quien más homenajes ha realizado, en todos los tiempos, a los Héroes Libertadores de América Meridional, mediante la colocación de medallones en bronce y placas conmemorativas con las efigies de los próceres en palacios de gobierno y misiones diplomáticas de los países bolivarianos, en instituciones militares y de policía, universidades, escuelas colegios, parques, museos.
Por enumerar unos cuantos: Medallón Bolívar, en Casa de Nariño, Congreso de Colombia, Alcaldía de Caracas, Quinta de San Pedro Alejandrino de Santa Marta, Gobernación de Bolívar en Cartagena, Gobernación de Boyacá, Alcaldía de Tunja, Concejo de Tunja, Alcaldía de Ibagué, Alcaldía de Santa Sofía, Campohermoso, San Eduardo, Santa Rosa de Cabal, Contraloría de Boyacá, Primera Brigada, Museo Bolivariano Cantón Militar de Tunja, embajadas de Venezuela, Perú, Bolivia, Panamá, Palestina; municipio de Duitama, Cerinza, Suba, Usaquén, Medallón Santander en la Plaza de la Liberación, de El Cairo Egisto, Sede Policía Boyacá; Colegio de Boyacá, Sede Academia Santanderista de Colombia; Cespo Policía de Colombia.
Medallón Nariño, en Alcaldía de Villa de Leyva, Museo Bolivariano Cantón Militar de Tunja.
Medallón Ricaurte, en Casa Natal de Ricaurte, parque los Arco de Villa de Leyva, Busto de Ricaurte, Alcaldía de Villa de Leyva, Alcaldía de Moniquirá, Academia Colombiana de Historia, Asamblea de Boyacá.
El maestro Malagón Bravo posee la colección de arte patriótico más extensa den América Meridional; compuesta de óleos, bronces, vitrales con temas de episodios preponderantes de los procesos de independencia. Esa colección ejecutada con la ayuda de un excelso equipo de pintores, escultores y vitralistas, a quienes instruyó en el arte testimonial conmemorativo, logrando piezas de alto contenido histórico que muestran lugares, acontecimientos y personajes de una forma especial, que enaltece y enrique nuestro legado patrimonial.
Es autor de obras originales certificadas que son referentes de alta expresión artística. Las cabezas más grandes de Bolívar y Nariño en la Finca Museo del Pensamiento y la Libertad son una muestra de su propuesta.
Además, están La diosa del agua en Ciénega, el Bolívar de Siachoque, Juana Velasco de Gallo del terminal de Tunja, el Mural de los próceres de la Libertad en un mural el más grande en Colombia de metales al temple, ubicado en Tunja.
También está el relieve de Simona Maya Heroína de Paya, en la fachada de la Casa de Boyacá en Bogotá. Dentro de la colección están Bachué de Rozo, la Señora Tunja, la Bachué de Malagón, la Cabeza de India, la Princesa Moniquirá, Matilde Anaray de Socha, Pedro Pascasio Martínez.
Capítulo especial presenta el conjunto escultórico más importante de los últimos 50 años de Colombia y América Meridional, por sus dimensiones y por valor histórico, el Monumento Bicentenario Batalla de Ayacucho, que muestra una composición alegórica de la batalla que consolidó los procesos de independencia de países como Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, y por consecuencia, de Bolivia y Panamá.
Pues el último logro y reconocimiento es una obra escultórica que se levanta en predios de la Escuela de Infantería, en el Cantón Norte de Bogotá, por encargo del comando de las Fuerzas militares de Colombia. Dicho monumento será inaugurado el próximo 9 de diciembre de este año, fecha de conmemoración de tan magna efeméride.
Se llama Monumento Bicentenario Batalla de Ayacucho,diseñado y elaborado a propósito de la conmemoración, el 9 de diciembre de este año, de los 200 años de la Batalla de Ayacucho.
La formación del maestro Malagón en institutos estatales de arte y diseño en Italia y su aprendizaje en talleres de escultura de Pietra Santa y Milano y la influencia de grandes diseñadores de la época como la Condesa Gabriela Crespi, Romeo Rega, Tomasso Barbi, Claudio Giambanco fueron el antecedente de una propuesta de especial reconocimiento en Boyacá y Colombia como escenario de las más importantes batallas que le dieron libertad a América.
Su Finca Museo del Pensamiento y la Libertad es su Trinchera filosófica, que alterna con la encomienda del gobierno de Boyacá como Custodio del Sitio Histórico de la Batalla de Puente de Boyacá, donde también cumple una misión sobresaliente de enseñanza de nuestra historia, a estudiantes, de escuelas colegios, universidades, militares y policías en procesos de ascenso, o atender personalidades del alto gobierno, mandos militares y misiones diplomáticas, y presidir ceremonias de fechas clásicas de conmemoración de acontecimientos históricos.
No hay duda que el maestro Malagón es un verdadero ejemplo de dedicación y esmero en la preservación de nuestro patrimonio y de la concientización que los ciudadanos del mundo deben adquirir en todas las etapas de la vida.
EL DIARIO expresa su orgullo de tener al maestro Malagón Bravo en el exclusivo grupo de columnistas, que periódicamente escriben notas relevantes de nuestro diario vivir y resalta su pasión por mantener dinámico y vigente la figura y el pensamiento del hombre más grande de todos los siglos de nuestra civilización, nuestro Libertador Simón Bolívar, sin dejar de resaltar su especial forma de enaltecer su condición de Chiquinquireño ‘cuatro manos’, por ser tan laborioso y producir por dos y por más, rezandero y consagrado a la Santísima Virgen del Rosario de Chiquinquirá, La Patrona de los colombianos.