Durante las tres primeras fases del proceso de actualización del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del río Alto Chicmocha han intervenido 24 municipios.
Luego de una nueva socialización del estado de avance del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del río Alto Chicamocha, se conoció que se tiene prevista la ejecución del plan a partir de 2018, para ello se invertirían cerca de 72 mil millones de pesos.
Sin embargo, luego de la reunión quedó un sinsabor por el pronunciamiento que realizaron los voceros de las comunidades rurales organizadas, quienes señalaron que en este proceso de construcción no se les ha tenido en cuenta. En total fueron ocho señalamientos los que hicieron a Corpoboyacá:
“En la convocatoria de conformación del Consejo de Cuenca, sorprendió que no se tuvo en cuenta a las Federaciones Departamentales tanto de Acueductos como de Acción Comunal, incluso consideramos que dicha convocatoria debió hacerse simultáneamente con la etapa de aprestamiento del POMCA.
Consideramos que desde el momento de la etapa de aprestamiento se debió como mínimo hacer circular una cartilla de divulgación masiva a fin de motivar la participación y discusión comunitaria dentro de todo el proceso POMCA.
Como Consejeros voceros de las comunidades rurales organizadas, insistimos en la necesidad de convocar la participación multisectorial en cada uno de los 24 municipios de la Cuenca Alta del Río Chicamocha, en su momento se consideró que convocar actores por separado no era la mejor alternativa, a última hora y solo en la etapa de formulación del POMA se intentó hacer algo al respecto, incluso con escasa asistencia en los pocos municipios donde se realizó.
En los procesos de socialización, que predominaron por encima de los procesos de participación, poco o nada se contó con la presencia de las autoridades municipales, incluyendo funcionarios de planeación, concejales, personeros y autoridades de policía, igualmente brillaron por su ausencia los Comités Interinstitucionales de Educación Ambiental (CIDEA). La asistencia a reuniones contó con escasa participación de las comunidades organizadas entre ellas las organizaciones de Acueductos Comunitarios, Juntas de Acción Comunal y ONGs.
Nos preocupa que una vez teniendo el proceso de Actualización y Ajuste de Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Alta del Río Chicamocha, muchas de las directrices, planes, programas y proyectos queden en el papel y sin posibilidades reales, específicamente por la no sincronización con las recientes actualizaciones con las recientes actualizaciones de los POT, EOT y PBOT, lo mismo que con los actuales y futuros planes de desarrollo municipales y departamental.
Las comunidades rurales organizadas, consideramos necesaria la articulación del proceso POMCA, con otros procesos de enormes repercusiones o conflictos socioambientales, entre ellos los relacionados con las delimitaciones de páramos, las definiciones de la Ronda Hídrica del río Chicamocha (cuenca alta), la autorización de futuros usos del suelo de explotación minera y agroindustrial; los alcances y limitaciones de los derechos de servidumbre en torno a las infraestructuras de servicios públicos domiciliarios y los mismos derechos de superficie contemplados de la reciente política pública nacional de Desarrollo Rural Integral.
Nos pareció inaudito que como consejeros del POMCA Alto Chicamocha, no tuvimos la oportunidad de discutir la incidencia de la actividad minera en el territorio, específicamente en lo relacionado con la Zonificación Ambiental, asunto que según el Consorcio POMCA no es vinculante dentro del proceso de actualización.
No compartimos la normatividad que define las funciones y alcances de los Consejos de Cuenca, donde únicamente somos instancia consultiva más no decisiva, sin embargo si nos exigen compromisos y responsabilidades (ad honorem), incluso con posterioridad a la formulación de los POMCA”.