Por: Luisa Fernanda Güiza Barbosa
Hay una brecha clara entre el derecho a la protesta, el acoso y la violencia simbólica, por esto, desde las colectivas Violetas del Sur, la Semilla Feminista y La Revuelta, nos estamos pronunciando en dos vías. La cita es el jueves, 22 de marzo 3:00 pm. Punto de encuentro Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, (UPTC).
En Tunja desde el 1 de marzo, hasta el 9 de abril, se ha instalado un grupo de personas en el separador de la glorieta norte, frente a las instalaciones de Profamilia; mediante sermones y rezos públicos, buscan no solo inferir en la decisión de aborto de las mujeres, sino también, aprovechan para evangelizar a quienes transitan por la zona.
40 días por la vida es una iniciativa a nivel mundial promovida en el país en su sexta versión, por la Conferencia Episcopal de Colombia, un cuerpo colegiado que agrupa a los obispos del país en cabeza de su presidente, Mons. Oscar Urbina Ortega y la fundación Coalición por la Vida. Cada año el inicio del adviento y la cuaresma, inaugura la primera vigilia anual 40 días por la vida que tiene como dinámica a través de ayuno, la vigilia y la oración, jornada diurna y nocturna afuera de las instituciones que prestan servicios de salud sexuales y reproductivos o, como ellos prefieren llamarles centros abortivos, lograr detener de manera definitiva el aborto.
La estrategia mediática empleada para el posicionamiento de la campaña, ha estado marcada de amarillismo y el uso inadecuado de menores para su divulgación, además del empleo de un lenguaje soez e inquisidor. Florence Thomas, Coordinadora del Grupo Mujer y Sociedad, afirma que “Los y las manifestantes de esta campaña en muchas ocasiones suelen acosar a las mujeres que quieren ingresar a estas instituciones, impedirles el paso y tocarles el vientre sin su consentimiento con sus letanías de miedo y culpa.” (El tiempo, 2018).
En Tunja ya se han presentado varios casos de mujeres y hombres quienes han manifestado que durante la dicha cuaresma, estos grupos gritan sentencias y acusan vehementemente a quienes desean ingresar a las instalaciones de Profamilia, aún sin saber el motivo de ingreso a la institución de salud.
La cuestión que está en tela de juicio, es si la Alcaldía ampara las manifestaciones promovidas por este grupo, y si ha emitido los permisos que estos requieren para ocupar espacios públicos; hasta el momento, no ha habido pronunciamiento alguno por parte de las autoridades.
Hay una brecha clara entre el derecho a la protesta, el acoso y la violencia simbólica, por esto, desde las colectivas Violetas del Sur, la Semilla Feminista y La Revuelta, nos estamos pronunciando en dos vías. La primera, de carácter jurídico, emprender una tutela ya que se está vulnerando el acceso a la salud sexual y reproductiva, y, la segunda vía una manifestación pacífica a las afueras de Profamilia, en una protesta silenciosa para decidir autónomamente sobre nuestros cuerpos.
La cita es el jueves, 22 de marzo 3:00 pm. Punto de encuentro Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, (UPTC).
Les recomiendo informarse, investigar y dejar de «comunicar» sin conocer. Como mujer les recomiendo saber sobre la campaña y cómo joven les pido respeto al libre culto. Si Dios no se impone porque lo vamos a imponer nosotros. Feminismo el que realmente defiende a la mujer sin lastimar a nadie. Gracias por su atención.