Por | Maestro Eduardo Malagón Bravo
domingo, cuando llegaba el ejercito libertador a Socha, luego de la terrible travesía por las
gélidas cumbres de Pisba y Socotá.
Santander decía que “las tropas eran un Cuerpo Moribundo”; enfermos, famélicos, hambrientos, después de vencer a un enemigo mortal, diferente al ejército español: la oscuridad de la noche, los precipicios, los fríos vientos, muchos murieron congelados y depositados por orden de Bolívar, en la Laguna del Soldado de la Vereda de Comeza La Hoyada, a más de tres mil metros sobre el nivel del mar. Hoy convertido en Santuario del Heroísmo.
El cura de Socha Juan Tomas Romero y el alcalde José Ignacio Sarmiento invitaron a la población
para que asistieran a la misa con sus mejores ropas. Cuando el templo doctrinero de Socha Viejo,
estuvo pleno de piadosos feligreses, el cura desde el púlpito pidió al pueblo que se desvistiera en
la Casa de Dios, para vestir a los soldados del ejército libertador. Cuenta la tradición oral que, Matilde
Anaray, pastorcita de 11 años fue la primera en entregar sus ropitas.
Se juntaron más de diez cargas de ropa, que arroparon oportunamente a nuestros soldados.
Esteacontecimiento tan singular, le mereció a Socha, el honroso título de Nodriza de la Libertad Avanzan las conmemoraciones de la campaña libertadora, el acontecimiento más importante de nuestra civilización, realizada en gran parte en tierras del actual departamento de Boyacá. Vale la pena refrendar estos actos heroicos, que hacen parte de nuestro patrimonio histórico, para que se conserve la conciencia social y sirva de fundamento para que las generaciones conozcan su pasado glorioso y honran la memoria de nuestros antepasados que ofrendaron hasta sus propias vidas por darnos Patria y Libertad.
La historia es la columna vertebral de cada grupo social, llámese corregimiento, pueblo, ciudad, departamento o nación. Esa historia, que es una sola, registrada de forma fidedigna, que debe ser divulgada de la misma manera.
Cabe traer a cita los Decreto de Institucionalización de la CÁTEDRA BOYACÁ, de 23 de abril de 1992, por medio del cual se creó el Comité Especial para la estructuración. Que hoy podemos refrendar, retomando los compromisos expuestos por el gobernador de la época.
En reunión con Javier Ocampo López presidente de la Academia Boyacense de historia y Nelly Sol Gómez de Ocampo presidente de la Mesa Redonda Panamericana de mujeres y este servidor como presidente fundador de la Confraternidad Bolivariana de América, hemos iniciado la revisión de tan importante decreto, para proceder a refrendar esos compromisos y logremos que el gobernador actual presente un proyecto de ordenanza y convertir la CATEDRA BOYACA, en piloto de educación, para que la historia retome su jerarquía en la formación integral de las generaciones boyacenses. Han transcurrido 30 años desde esta importante iniciativa y consideramos que es oportuno y conveniente aplicarnos a este proceso que dignifica nuestra condición de ser depositarios del mejor legado histórico de Colombia y América.
“Somos hombres primeros en el bien, en la guerra y la paz, A esculpir en el muro del tiempo, la esperanza de un mundo mejor”.
Reflexión: Fuimos primeros en la guerra de Independencia. Hoy somos primeros en la paz de Colombia. Con educación para lograr conciencia social boyacensista.