Este atlas, que comprende el periodo 1964-2016, ofrece información relacionada con temas como la expansión de las antiguas FARC y el ELN; las regiones estratégicas en donde los actores armados se han establecido; la dinámica del conflicto armado en las zonas de frontera; las zonas en las que se han presentado asesinatos de líderes sociales, y la manera como las actividades ilegales –narcotráfico y minería ilegal– financian las acciones violentas.
Por Agencia UN
El doctor en Ciencias Geográficas Jhon Williams Montoya, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá y líder del proyecto que condujo a la elaboración del libro Territorio y conflicto armado en Colombia: Un atlas del conflicto armado colombiano, 1964-2016, señala que “estos 100 mapas tienen un alto valor didáctico para ilustrar procesos geográficos y subrayar que en Colombia el conflicto armado ha sido territorial, es decir que no hemos tenido una violencia generalizada en todo el país, sino una violencia concentrada en ciertas regiones”.
“Estas herramientas de la cartografía se utilizan para visualizar situaciones específicas; se trata de ilustraciones científicas de las ciencias sociales, en especial de la geografía”.
Destaca además que “la cartografía temática del libro –que está en proceso de impresión– está dirigida a todo el público, y por ende no se necesita una formación especial para entender la información contenida en los mapas. Lo pueden consultar todas las personas con una educación básica, desde los grados superiores de bachillerato hasta un universitario”.
Al respecto, la geógrafa Sairi Piñeros, docente de la UNAL Sede de La Paz, quien participó de esta iniciativa,anota que “la intención era ver el conflicto a partir de sus actores y no desde las relaciones con el territorio y las zonas en donde este surgió en diferentes periodos”.
“Diseñamos una estructura temática basada en una periodización del conflicto soportada en tres elementos: la dinámica demográfica; el avance de los cultivos ilícitos y las actividades ilegales, y la dimensión geopolítica, en donde la variación de eventos globales ha significado cambios importantes en la dinámica territorial del conflicto”.
Conflicto abordado por periodos
Para el proyecto se escogieron varios periodos; considerando un balance historiográfico se encontró que varios autores tendían a coincidir en dividir temporalmente el conflicto armado en lapsos que por lo general coinciden con “transiciones políticas, cambios tanto en los regímenes del gobierno como en la presencia de partidos políticos en el poder”, agrega el profesor Juan David Delgado, de la UNAL Sede de La Paz.
La obra Territorio y conflicto armado en Colombia tiene como antecedente las prácticas de investigación y docencia del equipo científico en geografía histórica, geografía política y el estudio del conflicto armado.
El equipo está conformado por geógrafos conocedores del diseño cartográfico, además de historiadores y científicos sociales. La meta es construir un atlas histórico del conflicto armado en Colombia, previsto para salir a finales de 2023.
Regiones y cultivos ilícitos
Según la cartilla Una ruta pedagógica propuesta para comprender nuestras realidades, incluida en el libro, la dinámica territorial se refiere a los patrones y lógicas de los múltiples eventos asociados con el conflicto.
Un primer elemento a tener en cuenta es que el conflicto no solo se desarrolló en áreas rurales específicas con problemáticas de alta conflictividad bipartidista, sino que también estuvo asociado con una continua expansión de la colonización y de la frontera agrícola a la que llegaban campesinos en Boyacá, Cundinamarca y los Santanderes, así como por la escasez de tierra agrícola en otras regiones como Tolima, Cauca, Antioquia o el Caribe.
Un segundo aspecto está compuesto por el avance de los cultivos de uso ilícito y otras actividades ilegales. Aunque en Colombia el movimiento armado solo tuvo un corto periodo desligado del impacto del narcotráfico, en la década de 1970 se comienzan a erigir los carteles, primero de la droga, que lentamente irán permeando los movimientos armados que en los años 90 se volcarán a estas fuentes de financiamiento con la caída del Muro de Berlín y el fin del financiamiento del bloque socialista.
Una tercera dimensión es la de insertar el análisis del conflicto armado en un contexto geopolítico. El conflicto no es solo el producto de desavenencias entre actores internos, sino que se inscribe en las estrategias geopolíticas de potencias mundiales y regionales.